
Pero lo que a los paparazzis les llamó la atención no fue curiosamente su pierna sino que la rica heredera llegó manejando su propia camioneta con la licencia supendida por conducir ebria y drogada una decena de veces.
Cabe recordar que la Justicia la condenó a 23 días de prisión por este mismo delito.
A su salida de prisión, Paris había prometido portarse bien ,luego del martirio que le significó la prisión, pero parece que las promesas fueron eso, promesas. No por nada la prensa norteamericana la tilda de mentirosa cada vez que puede.
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